Roma, 5 ago (Prensa Latina) El museo Scuderie del Quirinale, en Roma, presenta hoy la exposición Tlapitzalli: Ritos y sonidos del México antiguo, que busca adentrarse en los misterios de la música y sus funciones en la vida diaria de las múltiples culturas mexicanas.
La arqueóloga y curadora de la muestra, Frida Montes de Oca, declaró acerca de la exposición, conformada por 163 piezas, la mayor cantidad de instrumentos musicales prehispánicos que viajan al continente europeo.
Entre las obras pueden encontrarse una flauta doble con personaje, un silbato antropomorfo y una sonaja con forma de embarazada, cortesía del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH).
Según explicó Montes de Oca, la idea surgió cuando restauré algunas piezas sonoras y vio un objeto en forma de flauta que no se parecía a ninguno conocido por ella.
La aventura me llevó a buscar otros artefactos y a proponer un equipo que, después de reparar los objetos, investigara cómo se escucha este instrumento de viento, comentó.
El panorama de la música con utensilios prehispánicos es vasto y en el INAH hay expertos que buscan desentrañar los misterios relacionados con su papel dentro de cada etnia, su función social, religiosa y de clase, apuntó la especialista.
De ahí toma el nombre la exhibición, pues un tlapitzalli es una pequeña flauta que emite sonidos agudos, añadió.
No solo es una exposición, ofrecemos, además, los descubrimientos luego de un estudio de más de dos años; queremos abrir el camino a los nuevos arqueólogos, arqueomusicólogos y de otras disciplinas para que se adentren y exploren el universo musical antiguo, aseguró la curadora.
La música de las culturas mesoamericanas era muy compleja, no solo tenía tonadas básicas como las que se usan en algunos espectáculos de la actualidad, también debió poseer cierta métrica, deducido por la forma en la cual fabricaban esas piezas, explicó.
Todo ello se podrá disfrutar en esta muestra hasta el 14 de septiembre en el museo romano Scuderie del Quirinale, desde aspectos religiosos, muchos dedicados a Quetzalcóatl-Ehécatl, dios del viento, y otros relacionados con su gemelo, Tezcatlipoca.